La hemorragia intracerebral tiene un alto porcentaje de mortalidad, y de los pocos supervivientes a este mal solo el 10% serán independientes al mes, sin que exista ningún tratamiento eficaz de las secuelas, a excepción de las escasas posibilidades que aporta la rehabilitación.
Por ésta razón se han analizado las perspectivas que tiene el trasplante intracerebral de células madre mesenquimales (CMM) de médula ósea como un posible tratamiento de las secuelas neurológicas producidas tras una HIC experimental.
En el
artículo publicado el 1 de agosto del 2012 se describe un modelo experimental de HIC, utilizando la administración intracerebral de colagenasa IV a nivel de ganglios basales en la rata Wistar.
Los resultados obtenidos permitieron ver la eficacia terapéutica del trasplante de CMM y mostraron que las células madre trasplantadas pueden sobrevivir en el cerebro lesionado, transformándose en neuronas y células gliales. Esta forma de terapia celular induce una reactivación de la neurogénesis endógena a nivel de la zona subventricular (ZSV) y logra un efecto protector antiapoptótico en el cerebro lesionado.