Y así te llegan las verdades, en el lugar más idiota, en el momento menos adecuado, como el amor o la muerte, o la edad que tu tengas en mi caso los 19. Y entiendes, no hay una estadística para el caos. Si hay casualidades y mariposas pero nunca son las mariposas que esperas.
A veces lo que eres no se ve en las cosas que dejas. A veces las cosas se dicen cuando ya no hablas. A veces te llegan las verdades volando entre el pavimento y el smog del cielo. Entre dos estaciones del autobus, parado en la banqueta un martes a las 5:30. Y entendiendes, hay cosas así, cosas que adivinas. Levantar la vista justo en el momento para encontrarte con esa mirada. Voltear a ver el teléfono cuando suena. Palabras que dices al mismo tiempo que otro. Presentimientos. Amigos que llegan en el momento justo cuando más los necesitas. Deja vu. Amor verdadero. Justicia divina. Vueltas de tuerca. Música. Risa. Perdón. Mariposas. No hay estadísticas para eso.
Efectos secundarios 2006.
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