Cuanto más conservadoras sean las ideas, más revolucionarios los discursos.
Oscar Wilde
A pocos meses de restablecerse la democracia en nuestro país en el año 1980 un grupo armado con técnicas subversivas, se planteo la toma del poder a partir de propuestas ideológicas nuevas. El Alfaro Vive Carajo una organización subversiva que acordó la paz después de que varios de sus dirigentes murieron y algunos fueron encarcelados.
Escarbar en la historia del grupo Alfaro Vive Carajo, tal vez sea la manera de plantearnos una pregunta: ¿En el Ecuador hubo alguna vez una guerra sucia? O tal vez solo es una manera de atar algunos cabos sueltos en la memoria de nuestros abuelos, padres o más bien de algunas personas que vivieron en la época en el que nuestro país intento cambiar, para bien o para mal depende del pensamiento de cada persona.
Es entre 1983 y 1988 cuando este sueño como dicen los Alfaro Vive Carajo realizo su lucha, un sueño que a opinión de muchos termino en un caos y a opinión de sus ex integrantes todavía no termina; el sueño de la transformación de este país, porque ese era el verdadero objetivo del grupo, porque las armas que emplearon no era el sueño.
Era la época en el que el Ecuador, a cargo del presidente Jaime Roldós Aguilera después de un largo periodo de dictadura militar, volvía a la democracia, bajo la coincidencia paradójica de que el presidente Jaime Roldós Aguilera era de izquierda.
El movimiento social era tan solo ideológico, no existía la organización social y política de construcciones de leyes nacionales, lo más cercano que existió fue el movimiento campesino indígena en los años 30, que como objetivo tenían la lucha directa contra el patrón explotador y por la tierra; el surgimiento del petróleo abrió los ojos de los vivaces que empezaron a formar un país lleno de movimientos, se empezó a observar una sociedad media agrandada con refrigerador, carro y ropa nueva, con esto surge el deseo de que no se acabe y como este país ofrece poco y no alcanza para todos, se divide la sociedad media. Rebeldes y no rebeldes, los que no alcanzaron a acomodarse son los que el Alfaro vive Carajo quiso rescatar.
El movimiento Alfaro Vive Carajo surge para llenar el vacío político que permita resolver los problemas más sentidos del pueblo y resolver los problemas del país, para la organización se inicia la búsqueda y la guía del conductor que sería Eloy Alfaro, siendo así que la organización se caracteriza en primer lugar como grupo democrático, en segundo lugar como nacionalista de amplio contenido popular antiimperialista y por lo tanto internacionalista, una organización de Alfaristas, hijos de Luis Vargas Torres, de Juan Montalvo. Son las palabras de Ricardo Arturo Jarrín Jarrín líder del Alfaro Vive ¡Carajo!
La euforia es inevitable cuando se pronuncia el nombre del movimiento… Alfaro vive ¡carajo! O el escuchar sus historias que no por alabar su rebeldía sino la verdadera valentía que se debe tener para arriesgarse tanto solo por intentar cambiar un sistema al cual no querían acostumbrarse.
Como cuando robaron las espadas de Eloy Alfaro, que un grupo de tres personas, ingresaron al museo como simples visitantes para luego desenfundar sus armas y amenazar de muerte a varios empleados, rompieron la vitrina y robaron las espadas, en una camioneta dañada como cuentan los implicados en este robo, que en el preciso momento de la huida no arranco y Arturo Jarrin corriendo con las espadas huyo a salvo, leyendo posteriormente la inscripción bonita según ellos que decía “No me desempeines sin razón, ni me guardes sin honor” sin pensar que este acto iniciaría la lucha armada.
Arturo Jarrin fue encarcelado y liberado por sus compañeros, arrendaron una casa al frente del penal García Moreno y con la escusa de vender papas sacaban todos los días la tierra que a pico y pala cavaban. Son varias las historias que cuentan estos ex soñadores ahora queriéndose llamar falsamente políticos, como cuando un compañero como se llamaban ellos quedo rodeado en la panamericana por varios policías apuntándole, por el asalto a un camión de pollos de Pronaca, tuvo suerte no le dieron mucho tiempo en la cárcel porque en Quito había caído un día antes Juan Cuvi ex dirigente de AVC por el secuestro de Nahim Isaías un gran representante oligarca de la época, la noticia estuvo en todos lados, esto implico que la policía en ese punto este más preocupado de investigar a Cuvi y a su Gallada que a Mauricio nuestro compañero alfarista y sus pollos.
Pero entonces la pregunta ¿En el Ecuador hubo alguna vez una guerra sucia? Según los Alfaro el objetivo no era el poder sino que los grupos sociales pobres entren en discusión con los grupos sociales acomodados y llegar a un acuerdo sobre las discusiones del país, para discutir la democracia, según ellos se debía tener la suficiente fuerza para realizar esto, las armas siempre en toda la historia de la humanidad han sido el elemento de fuerza para discutir o para imponer, pues esta es la relación de las armas y el hombre. Tal vez los Alfaro pagaron su ignorancia, es muy difícil levantarse en armas cuando no hay dictaduras, por ejemplo para Fidel Castro fue fácil levantarse en armas con muy poca gente y totalmente improvisado debido a la dictadura que existía allí. En el periodo de León Febres Cordero el Ecuador tenía un ambiente de inseguridad y peligro en el cual las personas tenían miedo de salir a la calle y el nombre con el cual se le llamaba a Ecuador “isla de paz” carecía de coherencia, en el que el escuadrón volante una división de la policía llevaba presos a cualquier joven con mochila y pelo largo, en el que padres que tenían hijos izquierdosos y que escuchaban música protesta los sacaban del país por si acaso vayan a ser del AVC.
La guerra sucia en este sentido se dio, ya que si pagaron los alfaros, el hecho de que no existan o más claro estén apagados en la actualidad, demuestra la existencia de la guerra sucia en el país, demuestra que los dirigentes hayan entregado sus armas, los pocos que sobrevivieron, a cualquier persona se le rompe el corazón escuchar la entrevista de la madre de Juan Carlos Acosta ex dirigente de AVC capturado en Panamá y traído al Ecuador para ser torturado y después asesinado, su madre acepta el supuesto error de su hijo, pero pide explicaciones del porque de su muerte, si supuestamente en el Ecuador existía la democracia, existían las leyes que podían haber hecho pagar a su hijo los errores, era el país en el cual los derechos humanos prevalecían, como dijo Jaime Roldós Aguilera en su discurso: “Este gobierno con la fuerza del derecho y de su origen popular, no confunde libertad con anarquía, critica con irrespeto, tolerancia con abulia, no hemos abdicado ni abdicaremos de las tesis de los derechos humanos, somos claros al expulsar que los derechos humanos no pueden ser evocados con arbitrio negativo de la democracia o caballo de Troya de los extremismos” pero todo esto se quedo en un simple discurso ya que se mato y torturo a jóvenes rebeldes con causa.
Existen muchas críticas en cuanto al grupo, tal vez tengan la razón porque en este texto de una u otra manera quiere mostrar a este movimiento guerrillero como un grupo de aventureros con buenas intenciones, puesto que sería falso ya que apuntar a alguien con un arma y ver como se derrumba una persona no tiene nada de bueno, o también el hecho de que Santiago Kigman ex dirigente del movimiento huyo del país cuando la cosa empezó a calentarse o las falsas negociaciones de Juan Cuvi también ex dirigente con el ex presidente Rodrigo Borja a espaldas del ideal del movimiento en el momento mismo de la entrega de armas, las pocas que tenían.
Como dice la juventud ecuatoriana lo del dialogo nacional es una falsa como nos hemos dado cuenta en la dichosa Asamblea Nacional, ya que una organización armada no se construye sobre los objetivos de una gran concertación, la oligarquía jamás va a ceder sus espacios de poder económico, político y cultural sino se los arrebata mediante una revolución.
La juventud ecuatoriana, reivindica a Arturo Jarrín, Fausto Basantes, Consuelo Benavides, Ricardo Merino y demás combatientes que lucharon por una mejor Patria (verdaderos líderes e ideólogos de la organización); no es cuestión de crear mártires, sino de consecuencia y coherencia política e ideológica.
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